martes, 22 de septiembre de 2009

Divino

Valiente camino, pisando seguro
Dejando mi huella, saltando el orgullo.
Chocándome voy, a drede...
Sangrando delirios escritos, no aprendes.

Mirando hacia alante sin rumbo
Contando segundo a segundo
Mis rimas recorren el mundo.

La sed ignorante de amarte
Lo pierdes por obra de arte
Sin luz luchare ¡caballero!
No hay oro que pueda apartarme.

Y al final desde tal incoherencia
Esta historia no será vuestra.
Que aunque en sombra ya te he visto
Perdóneme mi indiferencia,
Que solo bajare la cabeza, para que veas mejor
Y en tal caso de repetir, sabréis vos el destino
Que no hay mejor tesoro, que robar a mi corazón divino.
Que sus manchas del mejor vino, nunca la quitareis, señor mío.